LA SABIDURÍA COMO UN ESPEJO
Para hacer esto, necesitamos considerar el simbolismo de los elementos en relación con Akshobya. Con esta cualidad inmutable e inamovible, sentado en su trono de elefante, tocando la tierra, entonces podrías asumir con confianza que su elemento es la tierra. No obstante, es el agua. Después de que has estado contemplando el mándala de los cinco Budas por un tiempo, esto no te sorprendería. Como sugerí en el primer capítulo, el mándala posee una unidad orgánica que va más profundo que lo racional. Tratar de que embonen todas las conexiones en un esquema lógico es como tratar de meter a un gran elefante en una caja un poco más pequeña que él. Siempre hay una alguna parte que no entra bien.
Sin embargo, hay una explicación racional para la asociación de Akshobya con el agua. Esto nos conduce a la cualidad más importante de los cinco Budas. Cada uno de ellos personifica una “Sabiduría” (en Sánscrito jnana) - una forma Iluminada de ver. Este es su primer mensaje. Al meditar en ellos, lo que en realidad estamos tratando de hacer es darnos cuenta de la Sabiduría que es su esencia natural.
La Sabiduría especial que encontramos en el este, a través de meditar en Akshobya, es la Sabiduría Como un Espejo. Con esta sabiduría vemos todo tal cual es, imparcialmente, sin estar afectado. Sostén una rosa o una daga sangrienta frente a un espejo. El espejo reflejará ambos tal cual son, no hará juicios entre los dos rojos, queriendo mantener el primero y escapar del segundo. La realidad es sólo nuestra experiencia sin ideas añadidas. La mente refleja todo perfectamente, pero no está manchada por ello. Así como las aguas quietas de una bahía pueden reflejar perfectamente una balsa o un palacio, sin sentir ninguna necesidad de
escoger a uno por encima del otro. Es esta capacidad del agua de actuar como un espejo lo que la hace particularmente apropiada para Akshobya.
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