domingo, 6 de abril de 2008

512 EL SAMAYA

El samaya y el gurú Como he dicho antes, el samaya está conectado con el gurú. El gurú es la clave en la práctica del vajrayana y, por tanto, debemos consultar con él antes de hacer conexiones importantes. El Buda dijo: «En la práctica budista, hay que comprobarlo todo». En el vajrayana, las cuatro iniciaciones son muy importantes; para recibirlas, debéis tener un gurú a quien debéis elegir por vosotros mismos. No podéis fiaros de vuestros amigos, que a lo mejor dicen: «Ha venido un gurú muy agradable, ven y toma la iniciación con él.» La gente la toma muy fácilmente, muy simplemente, sin comprobar siquiera quién es el gurú. Luego puede que tengan quebraderos de cabeza y se arrepientan, y oigan rumores y habladurías; todas estas cosas negativas ocurren porque no se preocuparon de comprobarlo antes. Después no se puede culpar a nadie más que a uno mismo. Los diferentes gurús tienen diferentes cualidades y niveles: los mejores, buenos, medianos y muy pequeños. O a veces reciben el nombre de gurú, pero no tienen ninguna preparación. Algunos son incluso falsos, otros no. Esta situación viene produciéndose a lo largo de toda la historia y no es nada nuevo que ocurra sólo ahora. Podéis verlo en varios textos y biografías de grandes maestros y descubrir que muchos gurús reprendían a monjes y practicantes por su descuido a la hora de elegir al gurú. Por tanto, lo más importante es que hay que comprobar que los maestros o gurús sean auténticos. Muchas veces la gente empieza a seguir a un gurú con un montón de fantasías y un montón de información y conceptos erróneos. La mayor parte del tiempo, las fantasías vienen con el apego. Debido a la ausencia de una motivación pura, se producen el apego y algunas formas de fantasías, por un lado, y el apego y otras formas de fantasías por otro, con lo que dos errores se juntan para crear un desastre. Este es el resultado problemático. Otro problema es que muchas personas no saben realmente el significado de gurú raíz. Oyen rumores, leen unas cuantas páginas y se confunden con información errónea. Por ejemplo, algunas personas oyen que los discípulos tienen que considerar que el gurú es un buda, así que piensan: «Debo creer que mi gurú es un buda». Y se fuerzan a creer ciegamente que este hombre a quien consideran su gurú es el auténtico buda. Ni en las enseñanzas del Buda ni en las del vajrayana se dice esto. Es un malentendido de principio a fin. El Buda enseñó muy claramente en sus enseñanzas sobre el vajrayana, nunca dijo que aparecería un buda entre el Buda Sakiamuni y el Buda Maitreya. Lo que en realidad se enseña en el vajrayana es que el maestro, que nos enseña el verdadero significado de las enseñanzas del Buda y hace que hagamos realidad las enseñanzas, es más bondadoso que el Buda porque no tenemos el buen karma de haber conocido a alguno de los budas del pasado en persona. Pero a este respecto, la gente comete errores y tiene malentendidos. Patrul Rimpoché, el autor de Las palabras de mi perfecto maestro, dio una explicación muy clara y sencilla. Dijo: «El gurú raíz es respetado y apreciado como el Buda, no porque sea el Buda, sino porque su bondad, que es beneficiosa para uno, es mayor aún que la del Buda.» Es como si hubiera una familia pobre que os sostiene para que podáis sobrevivir y manteneros con vida, y otra familia que es inmensamente rica pero no os da ni un céntimo. Así que, de estas dos familias, ¿cuál es más bondadosa? Por supuesto que es más bondadosa la familia pobre, que os alimenta y os apoya, pues lo que realmente necesitáis es sobrevivir y estar vivos, no sólo conocer a unas personas ricas que no os dan ninguna ayuda ni beneficios. Lo que decimos es que el Buda es grande: sin el Buda Sakiamuni no habría modo de tener ninguna de las enseñanzas. Sin embargo, sin maestros que enseñen, no tendríamos un ejemplo, orientación e inspiración vivos. Si no vemos la prueba real de un maestro vivo que demuestra las enseñanzas del Buda no podemos confiar plenamente ni tener fe en que podemos alcanzar la realización en una sola vida. La realización de la que hablamos aquí no es la budeidad totalmente despierta. En las enseñanzas siempre hablamos de drangdon (verdad relativa) y nyedon (verdad absoluta). La verdad relativa es una orientación, es decir, da cierta idea del camino, guía la mente de las personas para que puedan dedicarse al punto principal que lleva a la comprensión, que da esperanza o inspiración. La verdad absoluta es el despertar absoluto o budeidad totalmente despierta. A veces ambas se mezclan, lo que trae confusión.

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